Capítulo XI

Ellos ya se han ido, pero yo no he podido hacerlo. Me hallo sentada al lado de la cruz, acariciándola como si en ella hubiese una parte de Ivonne. Dirijo la atención al cielo. El día no está nublado, pero sí un poco suave, no sabría explicarlo bien.

Aspiro. No sé cuántas horas llevo aquí. Solo sé que ya no es de mañana. La pesadumbre de saber que su cuerpo está bajo dos metros —o más— me hace sentir peor. En el momento que vi ese hombre, sentí que lo había visto en otra parte. Quizá una coincidencia…

Esos iris de una gama azul extraordinaria, como cuando llueve, me hicieron volver a mi pasado, a mi niñez… No tengo entendido por qué. La incipiente barba, el cabello negro, su piel que, aunque pálida, estaba medio bronceada. Todo en él grita lo espléndido para otros, pero para mí, ya no

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo