—Valentina Scott Soré—
Creo que me hace falta una noche de chicas…
Nos sentamos todas en el sofá que está en la habitación de mamá a ver una película, mientras Rosita nos trae algunas botanas para picar y una rica limonada. Mi mama, mis hermanas y mi mejor amiga, ¿qué más puedo pedirle a la vida? Tenerlas a todas me hace sentir plena.
—Val…
—Sí, mamá
—¿Te has estado cuidando?
—¿Qué?
—Ese desmayo y luego el mareo…
—Mamá!
—Hija eres médico, ¿dime qué no los has pensado?
—Bueno.— y la verdad es que no se me había pasado por la cabeza.
—¿Un sobrino?
—Bienvenida al club.— Gypsia lo dice como si nada y se toca su pancita, pero veo la cara de mamá y estoy un poco molesta, no me ha gustado mucho su pregunta.
—Mamá, no creo y, sí, sí me cuido. Además, somos jóvenes y recién estamos empezando esta relación, creo que debe ser el estrés, sólo eso.
—Pero los tratamientos fallan, sino mírame a mí
— Jajaja, tranquila mamá, no creo que sea por eso, pero lo sabremos mañana cuando tengam