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Conociendo a un hermoso ángel p2

Lo veo difícil...

Era lo que la chica le dijo, pues se sentía incomoda con la atención que este galán le prestaba, pero como Ethan un tantito persistente no cesó en su "supuesto" avance de flirteo...

— ¿Cardiología eh? Qué coincidencia, estoy en mi último año de internado.

— No me digas — «¿De verdad piensa que le voy a creer? Lo voy a probar.» Se dijo la chica, tenía todo para hacer a cualquier charlatán y más lo último que estudió para pedir su traslado a la NYU y poder estar con su madre y hermana — ¿Entonces estás al tanto de las nuevas técnicas de microcirugía cardiaca?

La chica pudo observar cómo el muchacho sacó su laptop, sus apuntes, se colocó sus gafas y se instaló para luego darle una cátedra de padre y señor mío del tema, con eso la mató. Comenzó a explicarle de los avances que se han implementado en el hospital general de Nueva York y de todas las nuevas técnicas que él conocía respecto al tema.

Ambos se enfrascaron en una conversación amena y desinteresada. A los dos se les notaba lo que le gustaba lo que hacían y de paso que no querían terminar, todo era demasiado interesante para cada uno.  Así fue que se  pasaron todo el vuelo conversando, compartiendo archivos y puntos de vista, ni siquiera se dieron cuenta del tiempo hasta que se escuchó por los parlantes que estaban a nada de aterrizar.

—¿Es muy riesgoso trabajar a corazón abierto? Digo, yo solo he podido estar de oyente en algunas cirugías de mis maestros y ahora que me estoy cambiando de universidad espero empezar mi internado y por fin participar de alguna que otra operación.

—Te encantará, no solo por participar, sino que por poder ayudar a alguien y saber que además de salvarle la vida le estas dando una nueva oportunidad junto a los suyos eso es impagable.

Por los parlantes se escucha a la aeromoza dando las últimas indicaciones antes de aterrizar.

—¡Ah, por fin! —exclamó la chica, mientras se estiraba en su asiento y se abrochaba el cinturón.

—¿Tan malo fue?

—No, disculpa. Lo decía porque por fin podré ver a mi familia.

—Que bien… Oye Val.

—Dime...

—¿Me darías tu número? O sea, sería genial poder reunirnos para seguir la conversación —«y obvio otras cosas más» ...

—Mejor dame el tuyo, aún no tengo un número en Estados Unidos, pero prometo llamarte cuando lo tenga —Le pasó su teléfono para que él apunte el suyo.

—Ok —El muchacho anota su nombre y coloca un corazón al final —ella se rió al ver el detalle en el teléfono.

—Ethan, eres todo un don Juan, demasiado cliché.

—Siempre muñeca, siempre…

Salieron con sus maletas desde la puerta de arribó internacional y cuando estaba por despedirse se acercó una bella mujer que dejó embelesado a Ethan, es la visión de un ángel hecho realidad.

—¡Preciosa!

—¡Mamá!

«¿Mamá? ¿Pero si se ve tan joven?» se dijo para sí mismo el muchacho, ambas mujeres se abrazaron y en ese momento logró ver ciertos rasgos parecidos entre ambas.

«Parecían hermanas y se miraban muy dulces las dos», pensó y esbozó una linda sonrisa.

—Te extrañé preciosa.

—Yo más.

—¿Y quién es este guapo joven?

—Ah, es Ethan, fuimos compañeros de asiento.

—Mucho gusto — extendió la mano y al tomarla sintió como si cientos de mariposas se reunieron en su estómago y quisieran salir disparadas desde ahí.

—Hola, espero que mi hija no te haya molestado mucho — le sonrío con la dulzura la que lo dejó suspirando.

«¡Guau, que mujer más guapa!»

—¡Mamá!

«Me he sonrojado, ¿qué me pasa? No quiero soltar su mano» , la mujer se dio cuenta y aunque le incomodó la situación soltó su mano en forma despreocupada.

—Para nada, fue muy grato viajar con Val.

—Igualmente. —le respondió la chica que ahora se aferraba al brazo de su madre.

—Bueno, las dejo —poniendo carita triste, por él se habría quedado encantado charlando todo el día, pero el deber le llamaba y ya se había comprometido con el Doctor George—. Debo tomar mi camino, espero tu llamada Val.

—Si, ya sabes, lo haré una vez tenga mi nuevo número. Cuídate, que te vaya bien en tu internado.

—Lo mismo digo. Suerte en tu nueva universidad. —Sin más se despidieron Ethan se quedó como un bobo mirando a esas dos mujeres—. Se parecen mucho, ya sé de quien sacó Val su belleza…

«Ahhh espero que me llames princesa… »

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