—¡Te dije que no te saldrías con la tuya! Hice la promesa de proteger a Stace y pienso cumplirla —le dice Xavier enfurecido.
Acto seguido, lanza un puñetazo, pero Javier lo bloquea, este desplaza el peso de su cuerpo deslizando a Xavier por el suelo.
—¿Sabes? He pensado en hacer que mires mientras la mato, pero quizás te mate a ti primero.
Justo en ese momento, Stacy ve algo que brilla en la mano de Javier y se da cuenta.
—¡Xavier, cuidado, tiene su propia navaja!
Javier arremete un instante después y su hermano consigue esquivarlo por poco. Ambos luchan con desenfreno. La sangre chorrea por el aire, cayendo sobre sus pies.
—¡Eres un monstruo! —le grita Stacy a Javier en un intento por distraerlo.
—Al menos yo no maté a mis padres… ¡oh! Espera.
Por un momento, ambos hermanos se quedan paralizados. Un escalofrío recorre la espalda de la rubia y Javier sonríe como un demente.
—¿DE qué hablas? —pregunta Xavier desconcertado— Yo los maté, los envenené.
—Sí… y no. Nuestro padre murió por t