—- Eres preciosa Keira y eres toda mía —- me dijo.
Sus dedos siguen entrando y saliendo de dentro de ti haciéndome jadear, estoy completamente húmeda y lista para ser suya, Mario se estiró abriendo mis piernas para ponerme en el centro, se que estoy preparada para recibir a mi esposo.
—- No cierres los ojos, quiero que me mires cuando te haga mía — me dijo.
Yo se que es una orden y estoy tan enamorada de él, que aceptó lo que me diga. Suspire y jadeo sabiendo que estoy muy cerca de mi orgasmo, Yo necesito liberar mi placer y se que mi marido tambien lo necesita, ya que sus ojos parecen dos llamas de deseo que esta haciendo que mi cuerpo se queme con su mirada
—-- Por favor Mario, no me hagas esperar mas, te necesito —- le rogué
—- Tranquila Pequeña, me tendrás dentro de ti, pero necesito ver tu excitación con mis caricias, necesito ver como tu cuerpo se arquea para mi – me dijo
Su boca llena mi boca besandome como si absorbiera mis jadeos mientras sus dedos en mi sexo, se estan movie