-XXXVI-

Estaba preparado.

Expectante a lo que iba a suceder.

Dominic, tras él, sostenía en una de sus manos, un látigo de cuatro lenguas.

Las hizo restallar varias veces, provocando que Joel se estremeciera al oír cómo cortaban el aire.

-Te lo vuelvo a repetir- habló el moreno -No olvides decir la palabra-

Tragando saliva, el castaño se sentía nervioso y asustado a partes iguales.

¿Por qué su empeño en que dijera la palabra?

Nunca había tenido que usar ninguna desde que empezó con aquello por lo que no veía congruente el afán por parte de Dominic en que la dijera.

Levantando la mano donde sujetaba el látigo, Bale se dispuso a comenzar...

Y asestó el primer golpe.

Joel se quedó traspuesto.

El latigazo aquel no era como los demás.

Era el primero y ya le dolía.

Pero se mantuvo firme.

Bale volvió a golpearle, ésta vez con más fuerza, llegando a cortar la piel de la espalda del chico.

Joel de

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