Destapados y despiertos, ambos se miraban entre ellos.
Joel, colocándose mejor, estiró una mano y acarició la mejilla del hombre.
Bale hizo lo mismo pero en uno de sus muslos.
Bruscamente lo agarró y se lo aposentó sobre su cuerpo haciendo que Joel diera un sobresalto pero se calmó al sentir la mano del moreno pasearse por una de sus nalgas.
-¿Qué tal te ha resultado después de tener una bala anal dilatándote?- preguntó Dominic.
Tragando saliva, el joven contestó con total sinceridad:
-Que no volveré a asustarme cuando decidas meterme otra-
Esbozando una sonrisa de satisfacción, Bale arrimó su boca a la suya y ronroneó:
-¿Lo ves? Empieza a gustarte lo que te hago- dándole un tierno beso, volvió a murmurar -Y te aseguro que terminarás pidiéndome que te domine...nene-
-De...de momento te pido que me...beses...por favor, bésame Dominic-
El hombre no se negó a complacerle sino que, aproximando sus labios a los suyos, besó apasi