A toda prisa, Joel subió a su coche.
Metiendo la llave en el contacto, masculló:
-Anda que las pintas que llevo...va a pensar que soy un dejado-
Ni tiempo le daba a ir a cambiarse.
Menos mal que antes de ir a correr había decidido ir primero a ver qué quería Holly.
Se incorporó a la calzada.
Mientras conducía se miraba fugazmente a sí mismo.
-¡Madre mía, madre mía! ¿Qué va a pensar cuando vea que quien le va a entrevistar no es Holly y encima es un chico con chándal? ¡Madre mía, madre mía!-
Durante todo el trayecto iba lamentándose y quejándose de su aspecto a pesar de que era un chándal bastante moderno.
Pero era un chándal.
Paró el coche entre otros dos y miró la hora.
A toda prisa salió del vehículo y cruzó al otro lado de la calle.
Entró como una exhalación al edificio haciendo que algunos hombres se le quedaran mirando y no era de extrañar.
¿Cuándo se ha visto a un chico en chándal en unas oficinas de entrajetados?
Tragando saliva anduvo hacia el gran mostrador principal.
Tímidamente, saludó a la mujer que había detrás de éste, la cuál le miraba atónita.
-Bu-buenos días, yo...vengo...en nombre de Holland Martin para entrevistar al señor Bale-
-Ajá- asintió ella alelada
-Yo...disculpe por las pintas pero...ha surgido de improvisto- se disculpó Joel.
-Claro, ¿Si es tan amable me diría su nombre?- sonrió ella
-Joel, Joel O'Brian-
-Un momento por favor, he de certificar que efectivamente el señor Bale tenía una entrevista hoy-
-Claro- dando unos golpecitos nerviosos en el mostrador, Joel desvió la mirada por todo aquel enorme hall.
La mujer se llevó el teléfono a la oreja y marcó una extensión.
Esperó.
-Hoy tienes la entrevista con la estudiante de la facultad que subvencionas- anunció su asistenta de reuniones al moreno.
-Menos mal que me lo has recordado- sonrió éste.
-Ha sido persistente la chica, no paró hasta que lo logró- rió la mujer.
En ese instante sonó el teléfono de su mesa.
Mirando al moreno, repuso:
-Probablemente sean para avisar de que ha llegado - dejando a solas al hombre, la mujer salió del despacho.
Acercándose a su mesa, descolgó y respondió:
-¿Sí, dígame?-
-"Hola Dianne, verás aquí hay un chico en chándal que dice que viene en nombre de una tal Holland Martin para entrevistar al señor Bale"-
-¿Un...un chico? ¿Y...y en chándal dices?-
-"Sí, dice que ha surgido de manera imprevista y que siente presentarse de tales guisas, ¿Qué hago? ¿Le digo que ahora le recibe o que no hay entrevista?"-
-Oohh, pues...no sé cómo se lo tomará Bale-
-"El pobre se ve angustiado"-
-No cuelgues, ahora mismo te digo lo que sea-
Dianne dejó el auricular en la mesa y volvió al despacho del moreno.
Éste la miró fijamente.
-¿Pasa algo, Dianne?- inquirió.
-Verás, al parecer ha surgido un imprevisto y en lugar de hacerte la entrevista la señorita Martin será un chico-
-¿Y eso?- se extrañó Bale.
-No...no lo sé pero el chico no...al parecer le ha cogido de sorpresa y...viene en chándal - explicó ella.
Abriendo los ojos de par en par, Bale repitió:
-¿En chándal?-
-Sí, ¿Qué...qué hago, les digo que le dejen subir o pospone la entrevista?- quiso saber Dianne.
Riendo por lo bajo, Bale asintió tanto con la cabeza como diciendo:
-Que suba-
-Ahora mismo se lo digo a Tracey- y la mujer salió del despacho.
Acercándose al teléfono lo cogió, se lo puso en la oreja y dijo:
-Dile que suba-
-"Ahora mismo"-