7. CULPO AL VÍNCULO POR SUBESTIMARLA
Así no exista amor de por medio, es mi deber cuidar de mi Omega.
Sé que varias personas le están haciendo la vida difícil por el evidente gusto que muestro hacia ella, pero eso también es parte de la prueba. Necesito que cumpla una función importante, y para ello debe demostrar que sus habilidades van más allá del instinto de vínculo: no basta con atraerme físicamente; debe mostrar fortaleza en otras áreas.
Su mente es ágil —lo he comprobado en el trabajo—, incluso Clark, que rara vez elogia a alguien, reconoce su rapidez y lógica. Pero su talón de Aquiles es otro: su inteligencia emocional.
Lucha contra su naturaleza Omega como si serlo fuera una condena, no un don. Y al hacerlo, desperdicia armas que podrían volverla invencible. Quizás por eso niega nuestro vínculo. No porque no lo sienta —lo siente, lo sé, lo respiro cada vez que me ve—, sino porque teme rendirse ante su propia esencia.
El informe diario sobre ella es meticuloso. Sé del sabotaje con la comida y de las soluciones qu