43. ZAYDEN Y LOS PREPARATIVOS
—¿Estás seguro? ¿No cabe ninguna duda? —le pregunté a Clark, tras confirmarme su implicación en todo este asunto tan turbio.
—No hay duda —replicó, con la seriedad de quien sabe el peso de sus palabras—. Esto ya no es la rabieta de un muchacho resentido. Es un delito grave contra todas las manadas. Es un intento de golpe de estado.
Incluso con las pruebas en mis manos, me cuesta aceptar la realidad. He perseguido estas evidencias durante semanas, y ahora que las tengo, no alivian el hecho de que tendré que contarle a mi hermana que su único hijo es un traidor.
—¿Qué piensa hacer? —preguntó Clark, con lógica implacable.
No hay margen de error. Debo ordenar su captura inmediata. Cade, aliado con Rolando, es tan peligroso como una bestia salvaje, y juntos multiplican la amenaza. Fue un golpe brutal enterarme de que la sustancia encontrada en las muestras incluía sangre de exiliado mezclada con extractos de Lobo Loco: una planta que provoca alucinaciones y suprime por completo el instinto