Mario me evalúa durante algunos minutos como tratando de averiguar si puede confiar en mí o si lo mejor es echarme a patadas de aquí, después de lo que me parece una eternidad, relaja un poco su expresión y decide hablar.
—De acuerdo, ¿qué más quiere saber de ella? Espero que no siga creyendo que ella y yo somos amantes, yo tengo a mi pareja a la que amo con locura, mientras Cam es como una hermana para mí —me recalca, rodándome los ojos—. Y también déjeme decirle que si le hace daño una vez más, no tendré misericordia con usted y haré todo lo posible porque lo olvide. De eso debe de estar seguro.
—¿Qué tipo de relación tienen ella y Chandler? —lo cuestiono sin preámbulos.
—No sé por qué no me sorprende esta pregunta —lanza un resoplido y mirándome como si fuese un completo imbécil, continúa—: solo son amigos. Chandler le ayudó para que Alexa Ferrara la eligiese su diseñadora.
—¿Cuánto tiempo piensa estar fuera del país?
—Probablemente, tres meses, siempre que las cosas no se complique