Por algunos minutos me quedo mudo y cuando logro salir de mi letargo, tomo mi celular para llamar a Mateo y antes de que pueda buscar su contacto, él llega a mi casa.
—¡Buenas noches, jefe! Disculpe por llegar sin avisar, pero por fin encontramos la dirección de la señorita Camille. En cuanto mis hombres la localizaron, se pusieron en contacto conmigo, así que decidí venir personalmente a entregársela —me explica un poco apenado.
—¡Buenas noches, Mateo! Eso es una excelente noticia —me entrega el papel donde se encuentra la dirección de Camille y sin perder tiempo comienzo a realizar los preparativos para mi viaje. Lamentablemente, tengo algunas reuniones que atender personalmente, así que tendré que posponer mi viaje hasta la siguiente semana.
Días después
Me encuentro frente al lujoso departamento donde ahora vive Camille y, debido a la majestuosidad del lugar, es más que obvio que pertenece a Chandler. Toco el timbre esperando que sea ella quien me abra, y cuando al cabo de unos se