-Tenía tiempo libre. Llegué muy temprano - dobló las rodillas, cruzando las piernas al frente. Puso la libreta en su pierna.
-oh, hasta que tienes tiempo libre. Los otros días has llegado justo cuando estamos entrando - Oliver se arrastró con las manos hasta pegar la espalda a la pared.
-Oye - la voz le habló del otro lado - ¿te sientes bien?. Te veo un poco pálido y no es por la oscuridad.
Teo enderezó la espalda, retirándose un poco - No - negó con la cabeza - estoy bien - de pronto, una mano en el hombro contrario, lo jalo, provocando que girara.
-Cierto, tienes cara de cansancio - Oliver se inclinó para verlo mejor - ¿no te estarán exigiendo demasiado tus padres?.
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