Abril fue invitada por aquel amigo de Alejandro, sí, el mismo que se la llevó aquella noche y que, luego, le hizo saber a todos que habían pasado un momento muy bonito a solas.
Ahora que va entrando a aquella fiesta, sabe que ha tomado la mejor decisión al acompañar a ese chico. Y es que, Alejandro ya se percató de su presencia y la observa con sus ojos llenos de fuego y celos.
—Prometiste que no te separarías de mí, por favor, no te atrevas a dejarme sola—. Le recordó al chico.
—No lo haré—. Dijo él, con una sonrisa que puso más enojado a Alejandro al ver que la nueva pareja se está divirtiendo.
—¿Quién te permitió venir a mi fiesta?— Reclamó Karina, cuando estuvo lo suficientemente cerca de ellos.
—Yo le pedí que me acompañara. Deja el drama o ella se irá, pero también lo haré yo—.
Alejandro tomó una copa y de un sorbo desapareció todo el líquido en su boca. Continuó observando la escena sin intervenir.
—Lamento ser mal educada, no sabía quién eras, pero ahora recordé que eres la ch