Lunes, mediodía. Los insistentes mensajes de Bill pidiéndole detalles de su avance con la nueva estrategia de acercamiento a Kamus tenían a Daniela agobiada.
"¿Qué puedo decirte, Bill? Creo que pasé de romance de vacaciones a novia oficial. Lo confirmaré cuando vaya a cenar con mi suegra".
Necesitaba algo concreto para calmar a su jefe, por pequeño que fuera.
La puerta de la oficina de Kamus se abrió y él se asomó.
—Daniela, ven, por favor.
Si se había levantado a hablarle en vez de usar el teléfono debía tratarse de algo importante. Úrsula rogó para que fuera algo que le interesara a Bill.
Kamus la invitó a sentarse. Sobre el escritorio había una pequeña caja blanca, que él miraba con emoción.
—Quiero que veas esto y me des tu opinión.
Úrsula asintió. La caja guardaba un teléfono. Ella lo cogió y examinó.
—Es parecido al mío. ¿Es un nuevo modelo?
—El mismo, pero con algunas modificaciones. Es un prototipo que estamos desarrollando.
Su equipo técnico había trabajado duro para tener