Tentación.
Los días pasaban lentos. Mi rodilla cicatrizó rápido, aunque me la lastimé muchas veces, ya que Dante casi nunca estaba en casa, y me avergonzaba pedir ayuda a sus perros cuidadores.
Me dormía en mi habitación, pero despertaba en la suya, gimiendo a veces, porque él me torturaba en la madrugada. Y cuando quería hablarle de algo, ya estaba dormido. Nunca amanecía a mi lado.
Le escribía mensajes de texto molesta y simplemente me ignoraba...empecé a sospechar que estaba con otra.
Y en uno de esos días lo esperé despierta, lee reclamé por todo y no se inmutó, simplemente me dijo que no me estaba engañando con nadie y que dejara de preocuparme por esa tontería. Su cabeza estaba muy ocupada para eso.
Sentí vergüenza y simplemente suspiré dejándome vencer por la resignación.
He mejorado mucho en mis pinturas. Él ya no viene como antes a admirarlas. Ya he creado algunas piezas nuevas, y me gustaría volver a la escuela de arte...
Si tan solo me prestara atención. Sé que tiene sus propios proye