La semana siguiente llegó como una tormenta sin aviso. El director anunció que por razones de "ajuste institucional y por mandato nacional", todos muchos estudiantes especiales que se habían manifestado recientemente fueron trasladados a una academia especializada. Nunca dijo que se trataba de omegas, no podía para no revelar su segundo género.

Ren no entendió. Nadie lo explicó con claridad. Solo recibió la notificación, una carta fría con su nombre y un escudo dorado desconocido.

Cuando fue a buscar a Hyeon… no lo encontré. Y cuando finalmente lo vio en el patio, él ni siquiera lo miró. Caminó como si no lo conociera. Como si nunca hubiera compartido una noche bajo la misma manta. Como si no hubiera dejado sus besos grabados en su piel. Como si sus besos no siguieran vivos en su piel. Como si todo lo que ardía entre ellos hubiera sido solo humo.

—Hyeon… —susurró Ren, sin voz, con el corazón roto.

Este se fue a su habitación a llorar. Momento después de que alguien tocaba en su puerta