Valentina Saavedra de Miller
— No toques a Karen, la orden es clara Jesús, no la puedes asesinar —ya había elegido— De ella me encargo yo mismo — Aquello me sorprendió
¿El? No!!
— Deja que Jesús envié a alguien por ella
Lisandro se acercó a mí y tomó mi mano, lo dejé hacerlo
— Déjame demostrarte que por nuestra familia soy capaz de cualquier cosa, que estoy dispuesto a proteger a mi familia y a ser un sirviente tuyo y eso es lo que necesitas — Sus palabras me sorprendieron
— Por ahora solo necesito que estés conmigo y con los niños— Mire a Jesús — encárgate por favor — el asintió y salió de la habitación
Juro que creí que él me daría la espalda.
— Nada es más importante que tú y que los niños.
— Seamos ambos los líderes, tomemos juntos las decisiones de ahora en adelante
— Estás segura?
No, no estaba segura
Había luchado tanto por tanto tiempo para ser la líder y resultar que ahora le estaba ofreciendo a lisandro compartír el liderazgo de la organización cuando ya era todo mío.