Amara
El día llegó con tranquilidad, de hecho más de lo que esperaba. Mi mente no dejaba de divagar entre Aziel y Vicent, dos personas que me aman tan profundamente como yo los amo a ellos. Tenía que aprender a reconocer, lo que siento por Vicent cada día que pasa sigue creciendo en mí, ya ni siquiera puedo mantenerme lejos de él. ¿Podría quedarme con los dos? Imposible, mi lobo es posesivo y Vicent, realmente no sé cómo describirlo.
Esa pregunta llegó a mi mente una y otra vez, buscando una manera de apagar mis pensamientos entre el agua fría después de quitarme toda la ropa. El frío ya no me afecta.
En los últimos días me había dedicado a husmear en el bosque, el bosque vampiro es hermoso, incluso me atrevo a compararlo con los del reino. Se sumergi por completo. Nade y anduve de un lado a otro disfrutando del agua. Me dejé flotar mientras miro el cielo, el sol aquí no calienta y es tan opaco que puedes mirarlo con claridad.
–Amara– me incorpore de inmediato mirando a Vicent de pie