Izel
–Izel, Izel– escucho que me llaman sin embargo el sueño está pudiendo más que yo, medio abro los ojos y veo a mi tía frente a mi. Inmediatamente me siento algo exaltada, ella me mira y sonríe– hija, te has quedado dormida en el sofá, acuéstate en la cama – me ofrece la mano y la acepto, miró al pequeño Matt en la cuna totalmente dormido y me relajo.
–Estoy bien tía, creo que iré otro rato más a la fiesta– me pongo las sandalias y le doy un abrazo antes de salir de ls habitación. Camino por los largos pasillos hasta llegar al salón donde Amara está lanzando el ramo de la novia, miro desde lejos sin acercarme.
Decido ir a la cocina por algo de comer, se supone que después ella lance el ramo de la comida, pero mi estómago ruge y siento que no voy a aguantar. La ama de llaves me mira algo preocupada de que esté en la cocina.
–¿Señorita Izel, que hace acá?
–Me puedes regalar algo de comer por favor.
–Claro si, de inmediato– me da una sonrisa y va en busca de mi comida. Me intriga sab