Izel
Se miraban como un cuento, algo tan magestuoso y magnético que no me permitía apartar la mirada de ellos, cada segundo, cada acto y la bendición de la luna era algo magnífico para ellos. No podia dejar de sonreír mientras los miraba, me sentía tan contenta por ellos que tenía ganas de llorar. Es como cuando lees tu libro favorito y los protagonistas después de tantos problemas podían estar juntos, así me sentía.Luego de salir del charco ellos salieron y se transformaron volviendo al reino de la misma manera que lo hicieron. La gente los admiraba a pesar de ser tan jóvenes, les guarda respeto. Todos estaban impresionados ante el enorme lobo blanco que caminaba al lado de la lona castaña. Eran hipnotizantes.Eso me generó una duda ¿Yo tendré lobo? Aún debía esperar dos años para saberlo.Ya estábamos de vuelta en el palacio, está vez estábamos en el salón real; en una mesa estábamos la familia de Aziel y Amara. Los miembros restantes de los