Izel Mi llegada al castillo me tiene los nervios de punta. A todos los lastime y con ninguno hablé después de recuperar mi humanidad. Diosa soy un desastre. Me sentía realmente mal y no quería ver a ninguno pero debía afrontar las consecuencias de mis actos.Apenas entramos a la sala nuestra presencia fue informada y pocos minutos después llegó una fila de personas. La reina corrió a abrazar a su hija, Amara fue corriendo por sus padres, mientras yo estaba evitando una mirada a toda costa.Mi corazón latía con fuerza y yo solo me concentré en ver a la persona que venía caminando hacia mi. Sentí mis manos sudar y unas profundas ganas de abrazarla; mis deseos se hicieron realidad cuando ella lo hizo. Sin decir una palabra, solo me abrazó y yo la abrace a ella, mis ojos se hicieron agua pero retuve las lágrimas que querían salir de ellos.–Te quiero– susurra en mi oido, por mi parte solo asiento sabiendo que si digo algo mi voz se va a quebrar. Fanni besa mi mejilla y se aleja a saludar
Ivar Mi naturaleza no es algo que todos quieran aceptar, pero es algo de lo que estoy orgulloso y me alegra aceptarme tal cual soy. Mi orientación sexual no es un tema agradable a traer con muchas personas, pero no voy a renegarme o esconderme solo porque a muchos no les gusta. Amo lo que soy en todo el sentido de la palabra, amo a mis amigos y mis padres, y los amo aun el doble por aceptarme tal cual soy aunque sea mal visto.Para muchos era un orgullo, para otros una decepción. Para mí es lo que soy.Desde que había descubierto aquella noche quién era mi mate deseaba tenerlo conmigo, sin embargo no era el momento. Sería algo complicado sabiendo su naturaleza, sabiendo mi rango.Lo único que me alegra era que la Diosa luna me dió un mate de acuerdo a mi orientación sexual, ahora se que ella me acepta tal cual soy y no me juzga. Lo único que me preocupaba es que si yo realmente podría gustarle o si el podrá aceptarme.No sabía que pensar y con el caos que hay en el reino, mi cabeza
DaniAmará luce cansada; hoy era el primer día de celebración y la verdad ya estaba muy cansada. Ha si sido un largo agotador para mí no me imagino para Amara que tiene que estar en charlas, haciéndose amiga de las lunas, recibiendo miles de preguntas. Definitivamente fue agotador.Ahora sus damas de honor nos encontrábamos con ella en una noche de chicas, en la cual nos dimos un baño de espuma y nos pusimos nuestros pijamas. Ahora nos encontrábamos en una habitación del palacio donde nadie podía acceder, por seguridad de la futura luna suprema. Estábamos todas a excepción de Izel que no había llegado.Lana estaba acostada boca arriba sobre el sofá comiendo palomitas mientras yo estaba trenzando el cabello de Amará. Las demás chicas conversaban entre si.–¿Y si nos escapamos?– todas miramos a Laila, quien parecía aburrida– no me miren así.–Cierto, hagámoslo– ahora todas miramos a Amara–¿Que? Es mi antepenúltima noche en unión libre, debe
LanaGuarde mi celular ignorando el mensaje de Jayce, trague grueso y mire al frente donde mi hermana compraba algodón de azúcar juntó a Jayson. Jayson había conseguido un permiso especial, mejor dicho todos los SISUS habían conseguido un permiso especial a excepción de su líder. La fiesta por la celebración de Amara había comenzado y el reino estaba atestado de gente; extranjeros, alfas, herederos y muchas personas de poder estaban en este lugar recorriendo el reino asombrados por la belleza de este.Hoy habría feria, mañana habría carreras. No quería perderme ninguna de las actividades y menos si lo haría con mi hermana. Nunca habíamos podido compartir de esta manera, cuando vivíamos en la manada de rainses solo nos dedicamos a obedecer a mamá y sus planes malévolos de tener poder. Hasta el punto de sacrificarnos a nosotras.Tenía los nervios de punta desde que comenzó la boda y no se porque algo no me trama, estoy segura de que algo pasa o pasará, mis instintos nunca fallan y sin
AmaráQuisiera estar con los chicos recorriendo la feria, sin embargo me encontraba aquí en medio de mujeres que en su mayoría me doblan la edad y no hablan más que de hijos, de sus labores y todo lo que tiene que hacer una luna. Ellas son agradables, aún no he conocido a la primera que me falte el respeto o algo por el estilo.Simplemente me siento presionada, ellas esperan mucho de mí, de mis acciones, de mi reinado y yo solo puedo pensar una cosa. Una casa en el campo junto a mi esposo y mi hijo, con un lago donde podamos pescar y hacer esto en la cena, ¿Eso era mucho pedir, Diosa luna? Me sentía mal por Aziel, se que él desearía lo mismo que yo pero en vez de eso está en una reunión hablando de negocios con los alfa de cada manada. Esté cargo nos consume a ambos, siendo tan jóvenes y con tanta responsabilidad en nuestros hombros.–Todo estará bien Amara– Laila aprieta mi mano, dándome apoyo. Ella también debe estar aquí, pues también es una futura luna– lo harán excelente, además
DaniLlevaba mucho tiempo en este lugar, recorriendo lo de un lado a otro, pasillo por pasillo y no podía encontrar a los chicos. No sé en qué momento ellos habían desaparecido de mi vista y yo había llegado hasta aquí. Ni siquiera me imaginaba que está casa fuera tan grande por dentro.Me detengo en medio de uno de los pasillos casi dándome por vencida, estaba agotada y por más que caminara no encontraba la salida y tampoco a mis amigos. No podía sentir la conexión con Jayson, estaba preocupada, deseando encontrarlo rápido pero se me hacía imposible.Dedico tomar mi camino lejos de este pasillo entrando a otro, una luz azul es apenas lo que alumbra mi camino. Mi corazón comienza a latir mientras escucho pasos acercarse hasta mi, son rápidos y por instinto terminó corriendo antes de que estos puedan alcanzarme, corro como si mi vida dependiera de ellos, cruzando pasillo tras pasillo hasta que llegó a uno donde no hay salida y me veo obligada a detenerme esperando los pasos detrás de m
Cora – Princesa Cora– se burla de una de las brujas delante de mí haciendo una falsa reverencia.–No me digan, ustedes me han traído hasta aquí para proponer que me una a ustedes– me cruzo de brazos desafiando las con la mirada.–Cuán equivocada estas– informa una de ellas.–Bueno es un alivio, no puedo estar en todos los grupos– me siento en un juicio, dónde cinco brujas me rodean y yo estoy en medio esperando mi sentencia.–Eres muy engreída niña– habla otra de ellas, no puedo verles el rostro dado que todas llevan capa y capucha. –¿Ustedes son las verdaderas dueñas de este lugar? Su señuelo es muy creíble, en serio creí que era real y por eso me encuentro aquí. Debo ser más persuasiva la próxima vez. –¿Próxima vez? Quizás no puedas salir de aquí…–Claro que hoy a salir– me mantengo firme– he sido una tonta todo este tiempo, teniendo mucho conocimiento y no la práctica, ustedes pueden ser mi práctica.–Cinco contra una ¿En serio?– se burla. Me cruzo de brazos nuevamente tratando
Lluvia.Gotas caían sobre aquel hombre que traía a una pequeña en sus brazos; corría mientras tapaba a la pequeña criatura que llevaba en sus brazos. La cual no paraba de llorar. Sentía su corazón destrozado al sentir los latidos de la pequeña disminuir. ¡No, no podía dejarla morir! Moriría si algo le pasara, juró protegerla como su propia hija y eso haría.Corrió, corrió lo más fuerte que pudo hasta llegar a una abriendo la puerta de golpe asustando a la elegante mujer que tomaba su taza de café. Ella lo miró, perpleja, sin saber que hacer o decir al ver a su esposo en aquella situación.—¿Papi?— lo llamo la pequeña pelinegra al ver a su padre cubierto de sangre y con aquella pequeña, que no dejaba de llorar en brazos.—Dime que no es cierto por favor— sollozo aquella mujer. El hombre no pudo evitar soltar unas lágrimas.Se sentía terrible, se sentía culpable de esa situación, se lamentaba no poder haber llegado antes y haber causado tal daño a esta pequeña en sus brazos.—¡No, no,n