Capítulo 47.
Xenois
La mañana siguiente llegó con un cielo gris que coincidía perfectamente con mi estado de ánimo, porque no me sentía nada bien.
Apenas había dormido, di vueltas en la cama toda la noche, Lumina se fue a la habitación de invitados y yo no podía escuchar nada de esa habitación.
Cada vez que cerraba los ojos y trataba de dormir, veía destellos del caos de ayer: los gritos de Sophia, el olor a carne quemada, el rostro de Lumina lleno de rabia y satisfacción.
Me encontré en la cocina más temprano de lo habitual, preparando café monótonamente mientras mi mente repasaba todo lo sucedido.
La rutina familiar de moler los granos y medir el agua debió haberme calmado, pero solo me hacía recordar el lugar donde Lumina había atacado a Sophia apenas veinticuatro horas atrás.
—¿Papá? —la pequeña voz de Ollie rompió mis pensamientos, levanté la mirada sorprendido al verlo allí. No eran ni las siete de la mañana y ya estaba despierto, además, no lo había escuchado entrar.
Se quedó en el umbral, t