Bueno, esto se complica!!
Un terrible dolor punza dentro de mi cabeza, haciendo palpitar mi cerebro como bomba de tiempo. Apenas soy consciente de mí misma. Siento el corazón acelerado y unas terribles náuseas que me tienen a punto de expulsar todo lo que tengo dentro de mi estómago. Intento recordar, pero mi mente está completamente en blanco.―¿Crees que estará bien?Aquellas palabras provocan un escalofrío a lo largo de mi columna vertebral. ¿Quién es ese hombre? Busco la fuente de la voz, pero descubro que no puedo moverme ni abrir los ojos. El miedo y el horror se roban mi aliento y cada latido que nace de mi corazón, al darme cuenta de que no puedo realizar ningún movimiento. ¿Qué está sucediendo? Intento moverme, pero no lo consigo. Es como si estuviera atrapada dentro de mi propio organismo.―Espero que sí ―se escucha otra voz a la que tampoco reconozco―. Pero me temo que el jefe nos hará pagar por este error.¿El jefe? ¿De quién están hablando?―¡Todo por culpa de esa perra! ―protesta, con enojo, el p
Me incorporo súbitamente, con el corazón agitado y el cuerpo completamente cubierto de sudor. Inhalo profundo y miro a los alrededores, nerviosa y aterrorizada, para asegurarme de que estoy en casa. Suspiro con alivio y me llevo la mano hasta el corazón al darme cuenta de que me encuentro en mi habitación. Por fortuna, Robert no está a mi lado. No quiero que haga preguntas, que no estoy dispuesta a responder. No tengo idea de cuál fue el detonante que provocó mis pesadillas, pero cada vez que cierro los ojos, una cadena de acontecimientos que sucedieron en un pasado cercano, amenazan con acabar con mi paz y mi tranquilidad. Desde que Robert apareció en mi vida, no volví a tenerlas. Así que me preocupa que hayan regresado y que, en esta oportunidad, sean más recurrentes que antes.Aparto la sábana de mi cuerpo y saco mis piernas temblorosas de la cama. Me niego a dejarme intimidar por mis recuerdos. Me dirijo al baño y, al entrar, me detengo frente al espejo del lavamanos. Manchas oscu
Me le quedo mirando sin saber cómo responder a su pregunta. ¿Qué clase de broma macabra es esta? Me siento mareada y confusa. Aún sigo sin recordar nada de lo que sucedió y, si no fuera por el niño, habría jurado que todo se trataba de una extraña pesadilla.―Papá, me dijo que me abandonaste porque no me querías, ¿es verdad?Abro la boca, pero no sale ninguna palabra de ella. De repente, la puerta se abre con brusquedad. Giro la cara y veo entrar a la misma mujer que se encargó de mí en el avión.―¡Maldito mocoso! Te dije que no salieras de tu habitación, pero nunca obedeces.Envuelve sus dedos alrededor de su bracito y le tal tirón que está a punto de desprenderlo de su hombro.―¡Suéltame, me haces daño!Me causa indignación la manera en que lo trata. Antes de siquiera pensarlo, salgo eyectada de la cama y me abalanzo sobre ella. Se lo arranco de las manos y lo ubico detrás de mí para protegerlo. Una vez que eres madre, todos los niños se convierten en tu hijo. No voy a permitir que
Quince años atrásMe tapo los oídos al escuchar los insultos que, papá, le grita a mi madre. Cada vez son más recurrentes las palizas, las humillaciones, los maltratos y sus borracheras. Ya no lo soporto. Quiero largarme de esta casa para nunca más volver a saber nada de él, pero mi madre insiste en seguir aguantando esta situación, alegando que lo ama y que mi padre, por desgracia, solo está atravesando un momento muy complicado de su vida debido a que no tiene trabajo. ¿Por qué lo sigue justificando? ¿Cuándo va a reconocer que nuestra situación económica se complica gracias a su vicio?Estoy temblando y mi corazón martilleando debajo de mi pecho. Sé muy bien que mi padre es otro hombre cuando se emborracha y ahora mismo lo está. Abro la puerta de mi guardarropa y me escondo en el interior para que no pueda encontrarme. No demora el momento en que se ponga violento y las botellas comiencen a volar por los aires y a estrellarse contra las paredes de la cocina.—¡Eres una maldita estúpi
Despierto, en medio de la noche, aturdida y confusa. Lo último que recuerdo, antes de que las fuerzas me abandonaran, es que mi madre me trajo a la habitación. Gimo de dolor. Mi cabeza y mi brazo palpitan como el reloj de una bomba de tiempo. Con dificultad, me incorporo sobre la cama. Observo alrededor, pero solo hay oscuridad. Los latidos de mi corazón se desbocan al recordar lo que sucedió. Mi padre, o el hombre que creía lo era, esta vez llegó demasiado lejos. Ahora entiendo su rabia y el enojo en mi contra.Saco los pies de la cama y los apoyo en el suelo, teniendo cuidado de no hacer ruido. El miedo que siento me hace temblar de pies a cabeza. Tengo que salir de aquí, quedarme significaría mi muerte. Pero, antes que nada, debo hallar una manera de convencer a mamá de que huya conmigo. Sé que tiene miedo, que afuera nos espera un mundo distinto al que conocemos, pero cualquier cosa será mejor que vivir con un asesino en potencia. Desprendo un botón de mi vestido y meto mi brazo e