Sigo a mi padre hasta su estudio, por suerte el señor Rothschild era conocido de Hanny y los podía dejar solos, aunque no me fiaba de su hija, la chica se ve que es algo intensa, pero no sacaba nada con negarme a ir con mi padre y ver a Hanny y al señor ROthschild sonriendo me sacaba un peso de encima ¿no? Pues por lo que vi en este corto intercambio de palabras, ambos se conocen muy bien y se nota que se tienen afecto. Así que los dejo en su conversación y me hago de ánimos para escuchar lo que quiera decirme mi padre.
Entro con él a su estudio y después de cerrar la puerta me dirijo a la silla que está frente a su escritorio, trato de determinar qué piensa, pero con este viejo zorro es difícil de hacerlo, suspiro cansado y él me hace un ademán para que me siente, cosa que comienzo a hacer, pero me quedo de una pieza cuando lo escucho hablar.
—Eres más inteligente de lo que pensaba ¿Cuándo me ibas a contar que enamoraste a la hija del medicucho ese que te salvó? ¿Conoces de las conexiones de esa familia? ¿Escuchaste que conoce al doctor Galeano? Y eso de que es amiga de Rothschild, ¡Dios, fue la guinda del pastel! ¡Ay, Benedict! Por fin haces algo productivo por esta familia.
¿Pero de qué mierdas está hablando mi padre? ¿se volvió loco?
Con cada palabra que salía de la boca de mi padre más preocupado estaba es que no estaba entendiendo nada.
¿Hija del médico que me salvó? A penas y recordaba lo que me pasó después de la explosión, ni idea de quién era el que me había tratado, ese periodo en mi vida es una verdaadera nebulosa y no podía ser cierto tanta coincidencia ¿O sí?
¿Conexiones? Sabía del peso que tienen los Scott en Nueva York, ni idea del tal doctor Galeano, pero no sé qué peso tengan en el mundo en que se desenvuelve mi padre estas personas y menos creo que ellos se presten para sus jueguitos de soldaditos de guerra.
¿Hannah amiga del señor Rothschild? Esa si que fue una tremenda y agradable sorpresa para mí. En realidad era en lo único que tenía razon mi padre fue la guinda del pastel.
Pero ahora que estaba frente a él me daba cuenta de algo que no medí al pedirle a Hanny que me ayudara con todo esto y es que había cosas de ella que no conocía y de varias que me estaba enterando hoy, así que debí aguantarme mucho para no explotar frente a todos, una de esas fue el tema ede su enfermedad.
¿Será por eso lo de los medicamentos que le preguntó Somerson? «Pues claro que sí, idiota ¿no escuchaste que tuvo un transplante de médula?», me recrimina mi conciencia y me maldigo internamente, lo que me hace verla con más admiración, mi linda novia falsa, además de ser una mujer muy inteligente ha sorteado más de algún obstáculo en la vida y un transplante si que lo es, pero me iba a escuchar, esa información debía estar en su expediente y no aparece.
¿Será que creyó que era un impedimento? ¡Dios! Son tantas cosas las que pasan en este momento por mi cabeza y que quisiera hablar con ella.
Y por último, pero no menor ¿En qué mundo alterno me había despertado esta mañana? Porque que yo sepa, mi padre ya estaba hablando medio raro desde nuestra llegada con Hanny. No era tonto para no haberlo notado, soy su hijo, por desgracia.
Lo que me hace pensar en algo peor ¿En qué diablos estaba metiendo a Hanny al traerla aquí?
—Papá—bufo molesto, pero él no me deja hablar.
—Nada de papá, estoy más que feliz con tu novia ¿Cuándo le pedirás matrimonio? ¿Deberíamos reunirnos con tu nueva familia política ahora mismo? —¿De qué m****a está hablando este hombre? Ahora me quiere casar de la noche a la mañana por los supuestos contactos que tiene Hanny o más bien su familia, definitivamente, mi padre estaba loco. Yo tenía más que claro que esto era algo que iba a terminar esta misma noche, cuando nos vayamos y Hanny me dejó en claro que no podía involucrar a su familia en esto, so pena de perder mi vida a manos del bisturí de su padre—No, mejor que sea para navidad, sé por buena fuente que esa familia hace una de las mejores fiestas navideñas en toda la zona de los Hamptons.
—¡Papá, basta! Esto ya fue suficiente, si vine hasta aquí con mi novia, era para que de una puta vez entiendas que no me interesa la empresa y que no asumiré ningún cargo o menos casarme con quien a ti se te plazca y ni se te ocurra meter a Hanny en tu circo, porque te juro.
—No jures en vano, Benedict ¿o te recuerdo lo que le juraste a Daniel? Porque creo que no has cumplido con eso que le prometiste.
—Yo… yo…
—Ves, tengo razón, eres tan predecible y manipulable, igual que tu madre y tu hermano, no sabes cuánto desearía que hubieras…
—¿Qué hubiera sido yo y no Daniel? Es eso lo que ibas a decir ¿no? —la garganta me escuece, los ojos me pican y esa sensación de vacío me inunda al reconocer la cruda realidad, esa en la que yo nunca podría ser como mi hermano frente a mi padre—, pues ojalá hubiese sido así, padre. No sabes cuánto hubiese querido ser yo el que estuviera atado a esa bomba y no Dani, él no debía morir, ni mi amigo Travis ni el jefe Rodríguez, ni nuestros otros compañeros. Ninguno de esos buenos hombres debió morir ese día, pero por tu maldita codicia y sed de poder llegamos a eso y pagamos justos por pecadores.
El sonido seco de su palma golpeando mi mejilla fue lo único que se escuchó, apenas y me tambalee, ya no era ese niño que sufría con los golpes que mi padre me daba porque estaba de mal humor. Ahora era un hombre hecho y derecho, que solo se tocó la parte afectada y sonrió burlonamente.
—¡Eres un maldito insolente! ¡Recuerda que soy tu padre!
—¡¿Y no sabes cuánto lo detesto?!—bramo dolido y furioso.
—¡Ya basta ustedes dos! —ambos miramos hacia la voz que nos grita y veo que mi madre entraba junto a Hanny al estudio de mi padre—Son padre e hijo, son lo único que tienen, por favor no sigan—nos dice, intentando aguantar las lágrimas..
—Mamá, yo…
—Emi…
—¿Estás bien? — Escucho su voz y se nota preocupada, pero ¿Cuándo llegó a mi lado? Ella revisa mi cara y debo tenerla muy roja e inflamada porque los movimientos que hace con su manos son sutiles, es más una caricia y yo me quejo un poco, pero trato de aguantar, no quiero que me vea así, no ella. Me estoy maldiciendo internamente pues,al parecer, todo esto que he hecho para salir de mi problema le afectará mucho más de lo que podría imaginar. No atino a nada más que asentirle y suspirar un tanto cansado.
—Jacqueline necesita terminar temprano con el almuerzo, pues debe volver a la oficina—dice mi madre—, así que les pido a ambos que se comporten, por suerte y Robert entendió que Hanny es muy importante para ti, Ben y tú para ella—siento que intenta darme consuelo, pero sus palabras ahora me suenan vacías—. Además, creo que tendrás a dos que te la disputen esta noche, porque me imagino que se quedaran a la cena—miro de mi madre a Hanny con sorpresa, pero ella se encoge de hombros y me sonríe.
—Por supuesto que sí, suegra— ¿Qué acaba de decir? —Ben, vamos que quiero conocer a la mamá de ese pequeño Watson y seguir hablando con mi viejo amigo del hospital.
—Benedict, no he terminado contigo —masculla entre dientes mi padre.
—Pues cualquier cosa que deban hablar lo harán después, ahora Ben y yo queremos seguir disfrutando de lo que resta del día—le responde Hanny y hasta yo estoy impactado por la forma en que lo trata.
Aunque mi padre no está muy contento, accede a la petición de mi mamá y peor aún con lo que le acaba de decir mi niña mimada. Hanny se aferra a mi brazo como si de esa forma pudiera ser mi escudo frente a él y creo que se lo agradezco, salimos todos de la habitación y comenzamos a caminar nuevamente hacia la sala. Cuando estamos cerca, nos detengo y dejamos que mis padres se adelanten, la arrimo a una de las paredes, en el pasillo antes de entrar al salón, nuestros rostros están demasiado cerca y veo como se sonroja, mi respiración se acelera y le hablo un tanto desconcertado por todo lo que había pasado dentro del estudio y por lo que está creciendo en mi entrepierna.
—Hanny—sus ojos se sorprenden al escuchar mi tono grave y yo sonrío — ... Gracias.
—Para eso estoy aquí ¿no? Aunque reencontrarme con Robert ha sido maravilloso, ya verás lo gran persona que es, salvo por la incordio de su hija, él me cae súper bien y creo que podremos salvar a tu cuñada y a tu sobrino.
—Y yo que me estaba poniendo celoso—le digo en tono burlón, aunque no es mentira.
—¿Qué? ¿Estás loco? Podría ser mi tío o hasta mi abuelo, no hables estupideces—Luego abre sus ojos y me pega en el hombro — ¡Estás bromeando!, Ash y yo casi caigo.
No, no estaba bromeando, de verdad cada vez que la veía con un hombre sentía que la sangre se me iba a la cabeza, pero eso no se lo podía decir, no por ahora. En este momento que lo pienso tenemos un gran inconveniente, pero se ve tan linda molesta.
«Enfócate, Ben. Eso no es lo que debías decirle»
Respiro profundo y me quedo embelesado con esos bellos ojos y su sonrisa angelical, lo que le diría ahora era de vida o muerte.
—Ya deja de hacerte melodramas, niña mimada y respóndeme una cosa ¿Cómo que nos quedaremos hasta la noche acá? ¿entiendes lo que eso puede significar?
—A… a… ¿Qué te refieres?
—A… a… que deberemos compartir cuarto — le remedo para ver si cae en lo que le acabo de decir y ella me mira con cara de por qué no me avisaste antes de abrir la bocota—¿Te das cuenta?
—¡Mierda!
Sí, m****a, pero a pesar de su cara de espanto en mi interior sentía un cosquilleo nuevo, algo así como la felicidad.