76. Tuve una pesadilla
Todo se sintió con una velocidad vertiginosa, como si todo flotara, pero con el peso invisible de algo que me presionaba el pecho. Mi cabello caía con rapidez, rozando la comisura de mis labios justo en el instante en que sentí el calor de su cercanía. Desde la posición de Brian parecía que nos besábamos, que Logan había dejado una marca de amor en mis labios… pero yo conocía la verdad.
Como si fuese el protagonista de una obra ensayada a la perfección, Logan inclinó su rostro y me besó cerca de la comisura, lo suficiente para engañar a cualquiera. Pude sentir la tibieza de su aliento, el roce mínimo que confundía mis sentidos, y cómo sus dedos se cerraban alrededor de los míos antes de incorporarme, entrelazando nuestras manos con firmeza. De reojo miré a quien, años atrás, había tenido mi corazón. Entre Brian y yo, una amenaza muda se dibujó en el aire. Logan y yo nos marchamos, dejando tras nosotros un vacío ardiente.
El aire entre nosotros se volvió denso, pesado, como si estuvier