66. ¿Prometes que vas a escucharme?
El viento acariciaba mi rostro. El sonido entre los árboles y las hojas era un susurro de lo que no quería hablar. Mi corazón dolía por el miedo de confiar. Ciegamente quería confiar, quería darle todo lo que tenía y más. Íbamos a hablar, pero a la lejanía se escuchaban más pasos, por lo que Brian continuó jalándome para distanciarnos más. Lo seguía en silencio, como si el dolor de lo que quería decir pudiera romperlo todo.
Era… como si lo que me iba a decir, fuera un pecado con solo escucharlo.
Temor. Su mano temblaba, pero me sujetaba con seguridad. Me miró de reojo mientras caminábamos y vi esa calma que no sabía que necesitaba. Al final, decidimos regresar al auto. Ese lugar, donde nuestros susurros no serían escuchados, a menos que alguien estuviera cerca de nosotros. Los dos nos sentamos en la parte trasera para mirarnos frente a frente, de esa manera que buscara acortar cualquier distancia.
—Solo prométeme que me vas a escuchar. Todo —su voz, llena de seguridad, buscaba confirma