81. Colapsando en la pasión
CAPÍTULO 81
No hay razón para pensar al contrario. Él asistiría. Es su hermana quien se casa. Ella es la desconocida aquí. Gladys baja la mirada, rompiendo el contacto visual con Juan Pablo a la distancia y escabulléndose entre la muchedumbre para llegar hasta Tatiana. A Germán tampoco lo quiere ver dentro de lo que cabe. No puede sentirse culpable de negar a ese matrimonio, pero es lo que siente ahora. ¿Arrepentirse ya? No vale ningun arrepentimiento, aunque lo niegue.
—Sigo sin ver a Priscila…—Gladys le murmura a Tatiana. Se bebe un poco del champagne—. ¿Se casarán aquí?
—Sí hay atraso, pero creo que es por Priscila. Debe llegar en cualquier momento —Tatiana ahora tiene toda la atención en Gladys—. No quiero preguntarte por qué razón estás en soledad. Quiero decir, sin Germán, pero supongo que ya lo has visto a centímetros de nosotros, ¿No es así, querida?
—Le dije que no —Gladys suspira—. Le dije que no al matrimonio. Le dije que no podía aceptar casarme con él.
—Ah, por Dios —Tati