79. Gladys escucha a su corazón
CAPÍTULO 79
“No debí, no debí.” Gladys regresa a la oficina con el corazón en el cuello. Sus manos no dejan de moverse, porque está temblando. Si hubiese visto a Juan Pablo de esta manera todo se descubriría. Y no estaba pensando en hacer exactamente algo así. De verlo a los ojos y decirle o tratar de decirle que lo de anoche fue un simple descuido por su parte. Pero Ismael…esto no tiene absolutamente sentido ya.
—¡Gladys, regresaste más rápido de lo que creí!
—No vi a Juan Pablo —admite Gladys ya dejando sus cosas en el escritorio—. Vi a su hermano. A Ismael. Y ese imbécil trato de amedrentarme.
—¿Cómo así? —Tatiana deja su taza de café—. ¿Te hizo algo?
—No es lo que me hizo, Tatiana —dice Gladys con pena—. Sino lo que sabe. ¡Ismael sabe que tengo una hija con Juan Pablo!
Tatiana se coloca de todos los colores. Sus ojos se abren, por supuesto que sí y llega a Gladys con la misma expresión que ella: preocupación.
—¿Cómo ese joven sabe que tienes una hija?
Gladys mueve su cabeza en bú