22. ¿Quién es?
Las palabras de Germán y de Emmanuel quedan simplemente a la deriva, las olvida, ya no existen. Lo que ahora siente es completamente irreal. De sus pulmones no nace ni un solo suspirar. Frente a ella el demonio de sus pesadillas es una realidad.
El nombre de Juan Pablo deja los labios de Gladys con un temblor incrédulo y herido. El mundo se detiene para siempre y Juan Pablo permanece quieto, al asecho, con su pecho subiendo y bajando conforme los segundos pasan frente a ella. Delirando, Gladys quita la mano del pomo de la puerta y da un paso hacia atrás. Juan Pablo no hace el intento de entrar.
Hace algo mucho peor.
A Gladys la toma de la muñeca, la jala hacia afuera y en cuestión de segundos la voz de Germán desaparece. Gladys no reacciona cuando ya es muy tarde porque con una sola mano Juan Pablo la carga.
—¿Gladys? —su nombre sale de Germán en el comienzo del pasillo, muy lejos de la puerta. cuando sus ojos encuentran la locura misma, sale corriendo de inmediato—. ¡Gladys!
Jua