16. Una vida por otra
Capitulo 16
Gladys da un paso. Y luego otro. Cada paso es una tortura. Lleva una solución intravenosa con ruedas en que también arrastra por el suelo hasta la ventana.
Emmanuel y el fiscal Germán lograron sacarla de ese hospital hace apenas unas horas.
Como no había otro lugar en el cual quedarse salvo el apartamento de German Gladys lo eligió diciéndole estás palabras.
—Si no tiene ninguna molestia que me quede allí por unos días mientras busco a mi tía —Gladys bajó la mirada. Algo en ella había cambiado. Un odio que se notaba en sus ojos grises—, no quiero molestarlo, o molestar a su pareja-
—Gladys —la interrumpió Germán—, no estoy comprometido ni tengo pareja. Puedes quedarte en mi casa mientras te recuperas. Y puedes dejar las formalidades conmigo.
El dolor es insoportable. Gladys aprieta los dientes cuando el ardor de los látigos pincha su espalda. Ahora…ahora tiene en mente muy bien lo qué quiere hacer. Reunir pruebas necesarias para hundir como sea a Juan Pablo. Con sólo pensa