- Te necesito Colin.
- ¿Qué paso? ¿Donde estas? ¿De quién es este número?
- Voy a pasar en mi ubicación. ¿Puedes venir?
- Voy enseguida.
- Y... ¿Podrías pagarle al taxista que me trajo?
- Pídele que me envíe los datos por teléfono. Y esperar contigo hasta que yo llegue.
- OK gracias.
Colgué y le entregué el teléfono al hombre:
- ¿Podrías... esperar conmigo hasta que llegue? Y... Puedes pasar los datos de que tu carrera será pagada. Al número que llamé, por favor.
- Por supuesto que esperaré, señorita.
Me levanté y salí al porche. Me quedé allí, solo, esperando hasta que llegó Colin. Ya no tenía esperanzas de volver a encontrar a Charles.
Cuando vi el auto de Colin, me sentí más tranquila. Era alguien que conocía y con quien tenía intimidad. Ya estaba demasiado destrozado y nervioso para enfrentar cualquier otra cosa.
Colin ignoró al conductor y vino hacia mí. Tan pronto como lo vi, me acerqué a él y lo abracé, siendo correspondido.
- ¿Qué pasó mi amor? ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? Tomó