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¿Realmente debería volver? p2

Los días pasaron y en mi cabeza seguía rondando la visita de Alma, sé que fui dura con ella, pero vamos, tenía que justificarme. El mal trato de Thomas y mis decisiones posteriores tenían un fundamento claro, pero ella tenía razón, algún día mi puntito preguntaría por su familia y, aunque los chicos eran parte de ella, como dijo Alma también estaban su familia paterna. 

-¡Mierda, qué complicado! 

-¿Qué le pasa jefa? 

-Nada, nada Rocío, estoy complicada con algunas muestras para el comercial de café. 

Rocío era mi asistente, una chica empeñosa y dedicada que se había ganado el puesto con esfuerzo y tesón, ya llevaba dos años con nosotros y era muy buena en lo que hacía. En sus inicios, me recordaba a mí, una chica sin experiencia y temiendo que el mundo me comiera. Y, ahora ambas éramos mujeres empoderadas en un mundo donde la mayoría de los representantes de estrellas eran varones. 

Hoy, teníamos una sesión fotográfica para la promoción de un nuevo café y entre mis cavilaciones por la visita de mi amiga y el quedar bien con el cliente estaba demasiado complicada. 

-El señor Villarreal, avisó que ya venía en camino. 

-Uff. Ese tipo... 

-Es un incordio, jefa, pero paga bien. 

Ambas soltamos una risotada, pues era cierto. Matías Villarreal era un verdadero palo en el culo, le gustaba dirigir todo como si de su propia empresa se tratara y era demasiado molesto tenerlo cerca, pues se las daba de galán con todas. Estoy pensando seriamente que su cuenta la lleve Newtt, así mejor y me lo saco de encima. 

-Pues, avísame cuando llegue para escapar. 

-Ja, Ja, Ja. Ni lo sueñe jefa. Ese tipo la buscará hasta por debajo de las lozas si usted no aparece. 

-Buenos días bellas damas. 

-Hablando del rey de Roma- solté una pequeña risita, Rocío se pasaba, eso era lo único distinto a mí, no respetaba ni el momento ni el lugar y lanzaba el comentario mordaz-. Señor Villarreal, dichosos los ojos que le ven.-Les dije... 

-Hola Ro, me traes un café, hoy tenemos mucho que trabajar.Ah y que sea de mi marca, por supuesto- Rocío se mordió la lengua y me miró con cara de ¿Qué m****a se cree este hijito de su mamá? Yo me encogí de hombros y le hice un gesto para que saliera y le trajera su café al cliente.

-Buen día Matías, ¿a qué se debe tu maravillosa presencia en mi oficina? 

-Vengo a ver el trabajo, ya sabes, me encanta estar encima de todo-Hijo de la gran... ¿qué se creía venir a decir esas frases de doble sentido y hacerme ojitos? Me recompuse y reviré mis ojos, tomé mis apuntes y se los lancé frente a su cara, bueno no tan así. La verdad sonreí cínicamente y le mostré los documentos, Rocío entró con el café y lo dejó en la mesa para luego retirarse haciéndole morisquetas por la espalda.

En eso suena mi teléfono, veo en la pantalla y aparece la foto de mi amado amigo, compañero y hermano Jex. Esbozo una sonrisa de oreja a oreja y contesto, sin preocuparme del invitado de piedra.

-¿Qué he hecho bien en la vida para merecer que te dignes en llamarme? 

-Lo siento Dana, pero no es el mejor momento y perdóname si te estoy molestando, pero hay algo que debo decirte. 

-Si es por lo de Alma, estás perdonado. 

-¿Ya lo sabes? 

-Claro, ella estuvo conmigo hace unas semanas y estaba esperando que me llamarás para contártelo. 

-Dana, no tengo idea de lo que hablas. -M****a, entonces de ¿Qué se trataba su llamada? Mi corazón empezó a palpitar más rápido, no... no podía ser posible.

-Dana, puedes cortar llamada, tenemos que ver... 

-Cállate Villarreal, si no vas a ser de ayuda, haz el favor de guardar silencio- esto es más importante, no aguanté su actitud, es mi oficina. El tipo me mira con cara de espanto y se yergue en su asiento. Retomo la llamada y tomo una bocanada de aire para poder hablar -. Jex, dime ¿qué m****a pasa? ¿Alma está bien?

-No, mi sombrita, ella está hospitalizada-n, no, no de nuevo-. Su presión se elevó por las nubes y tiene pre eclampsia. Está hospitalizada desde ayer y ... 

-¿Y qué? ¡habla ya Jex! 

-Ha pedido verte... 

Lo que más temía estaba frente a mí y me daba una bofetada certera sin derecho a réplica. Tenía que decidir... Mi amiga, mi hermana, mi compañera me necesitaba ¿Realmente debería volver? 

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