-Thomas -
Otro día más en la oficina. Novedades, no tantas. Ah si, hay una. La incordio de mi asistente a la que tengo frente a mí con el ceño fruncido y mordiendo su lápiz, porque la loca de patio escribe todo con lápiz y papel, no quiere usar tablet o iPad disque porque no se le puede ir una idea. Uff.
-Oiga jefe, ¿le puedo hacer una preguntita?...
-Ya me estás preguntando, López. A ver ¿Qué quieres saber?
-Mire, no se enoje eh...-y aquí vamos...
-Suéltalo, López.
-Ay ya, qué más da-se acerca a mí y eso me pone un poco incómodo, así que retrocedo-. Sus hermanas han programado varias citas a ciegas para usted y bueno, me ha hecho cancelarlas dando tantos motivos que ya se me olvidan y me volví a equivocar.
-Ve al punto, López.- reviro los ojos y me vuelvo a acomodar, por suerte era eso, uff.
-Bueno, bueno, no se me enoje, sonriente se ve tan bonito- así es mi asistente, Daniela López, la versión femenina de Leonardo el ex asistente de mi cuñadito y ahora curador principal del