-Dana -
Los años han transcurrido con tranquilidad, mi puntito era el diablillo más desordenado y alocado del mundo, pero lo amaba así tal cual era. El parecido con su padre era abrumador, lo único que había sacado de mí era el color de mis ojos y pare de contar lo que provocaba risas en Newtt y regaños de Antonio por lo desubicado que era.
Teníamos una vida tranquila y acogedora en Zaragoza. Newtt y Antonio habían adoptado a una pequeña preciosa que era la adoración de sus padres y los cinco vivíamos en un barrio tranquilo de la ciudad.
Cuando Newton decidió retirarse para estar cien por ciento dedicado a su familia mi contrato con la señora Valery también terminó, pues había decido radicarme aquí, en España. Con todo eso a cuestas es que vendí mi pequeño piso en los Ángeles y con mis ahorros y los de Newtt creamos una pequeña empresa de asesoramiento y representación de nuevos talentos. También aproveché de hacer algo por mí y estudié marketing para sumar mejores ideas a nuestra e