-Dana -
-No sé cuál es tu problema, pero esa no es la forma de hablarle a un cliente y menos a mí. -me recrimina Matías Villarreal, pero vamos, que este tipo no entendía que era una situación personal que no tenía nada que ver con el trabajo...
Había colgado la llamada con Jex y me estaba debatiendo en lo qué iba hacer, Villarreal se puso de pie y se acercó a mí, mientras despotricaba, pegó un puñetazo en mi escritorio que me sacó de mis pensamientos e iba a continuar hablando, pero a mi nadie me viene con shows, esa Dana se murió hace muchos años. Miré a mi cliente con la mejor sonrisa profesional y le dije...
-Mire, señor Villarreal. Si usted NO es capaz de entender que su presencia es una molestia, pues NO es dueño de este lugar y más aún, NO sabe como comportarse con un igual, o sea esta persona que está frente a usted y que NO le debe absolutamente nada más que cumplir un contrato entre su empresa y la mía, deberá ver la posibilidad de buscar a otra empresa que le de lo que está buscando.
-¡¿Qué?! ¿Pero de qué coños hablas?
-A ver Matías ¿Qué es lo que no entendiste?, mi querida amiga Dana ha sido más clara que el agua.-Aitana Guzmán, entraba como la puta diosa que era e iluminaba el lugar, desde que se había reencontrado con su amor y reconciliaron, esta mujer se había transformado en la reina de la alta costura en España y, de paso, en la reina de la cossa nostra y la Bratva como si nada, pero eso nadie más que los cercanos lo sabíamos, así que guárdenme el secreto.
-Esto es inaudito, ¿Quién te crees tú para meterte en conversaciones ajenas?
-Me meto, pues estás tomando de mí tiempo y mi reunión con la señorita Rogers.
-Pero, pero lo mío no ha terminado... y tiene que darme avances de su gestión e ir...
-Que aburrido, Villarreal. En mi humilde empresa eso lo ve nuestro director de marketing no el dueño de la empresa. Los Ceos aparecen para ver el resultado final no las nimiedades, te falta calle chiquito.
Para ese momento ese misógino, machista y malhumorado de Villarreal estaba rojo, como tomate maduro, de sus oídos y fosas nasales salía vapor y yo, estaba a punto de colapsar, pues había sido un poco... naaaaa mucho más descortés con él, pero diablos el tipo se lo merecía.
Aitana, se había sentado en el mismo lugar dónde lo había hecho el incordio de Villarreal y este se encontraba aún de pie con las manos empuñadas a sus costados.
-Dana, necesito que envíes a mi oficina los avances a más tardar en la tarde, me urge sacar el comercial.
-Eso, así se hace, Villarreal. Aprendes rápido.- moví mi cabeza en negación, Aitana me hace reír de todas las formas posibles.
-No se preocupe, señor Villarreal - sí, hace rato que había dejado de pasar de ser Matías y vuelto a la formalidad con él-. Le pediré a Rocío que le haga llegar todos los avances y de paso le informo que, si decide seguir con nosotros el que llevará su cuenta será Newton Van Pelt, mi socio.
-Jamás he dicho algo así, Dana. Solo manda lo que te pedí y luego hablamos.- se arregló su chaqueta y salió por la puerta, mientras Rocío le hacia especio.
-¿Qué le hiciste al misógino ese?
-Nada Ro. Solo lo pusimos en su lugar-respondió Aitana con una sonrisa de oreja a oreja.
-Esooooo -Rocío chocó su mano con mi amiga y yo reviré mis ojos. Uff, no era lo que esperaba en esta reunión, pero me salvaron.
-Bueno, a lo que vine ¿Cuándo viajas?
-¿Ya te enteraste?
-Sip. Val me ha llamado y me venía a ofrecer para llevarte, yo viajaré con mi León y la familia. Alma nos necesita.
-No lo sé, Aitana...
-Mira cariño, sé que esto debe ser complicado para ti, pero vamos, esto pasa por algo y te repito, nuestra amiga nos necesita.
-Podría viajar sin Tomás, eso... que se quede con Newtt y Antonio, no será la primera vez que lo deje con ellos.
-Estaremos al otro lado del mundo. ¿Estás segura que aguantarás estar tantos días sin tú bebé?
-No lo sé, diablos esto es muy difícil.
-Cariño...-Aitana sostuvo mi mano como dándome fuerzas, pero eso no era lo que necesitaba, lo que quería era que nada le pasara a mi amiga.
-Jefa, disculpe que me entrometa, pero usted ha estado súper complicada estos días después de que su amiga la visitó y creo que sería bueno que viaje, del trabajo no se preocupe, nosotros nos sabremos defender y como dice la señora Aitana es mejor que vaya con el pequeño diablillo, usted ya sabe como se porta con el jefe.
Eso era cierto, Tomás tenía la capacidad de hacer que Newtt se volviera loco en un dos por tres y Antonio no ayudaba mucho pues también se debía preocupar de Maca, todo se estaba confabulando para que mi pequeñito conociera a su familia.
-Está bien, tienen razón ¿Cuándo partimos?
-A las seis de la tarde, ya está avisada la tripulación y solo me faltaba confirmarlos en la lista de pasajeros.
-Okey. Al mal paso darle prisa ¿No?
-Exacto. Además, te quedarás con nosotros en nuestro piso en Manhattan. Tommy podrá quedarse con los chicos y su nana, así que no habrá tanto problema.
-Algo menos en qué pensar.
-Listo jefa, ya reubiqué sus reuniones de esta semana y si necesitamos algo de usted lo podremos hacer por videollamada.
-Tan eficiente querida Ro ¿No quieres cambiar a tu jefa por mí?
-Ah, ya cállate Aitana, no me quieras quitar a mi maravillosa asistente.
-Ja, ja, ja, no gracias señora Aitana. Con estos locos me basta.
-¡Rocío!
-Buen viaje jefecita, esta lindura se va a ver lo del comercial de don misógino para mandarle los avances. Señora Aitana, cuídemela mucho, por fis.
-No te preocupes querida, esta loca de patio no necesita que la cuiden, necesita unas cuantas revolcadas y esas no se las puedo dar yo.
-Ja, ja, ja. Eres un incordio, pero vamos que tengo que hablar con los chicos y preparar mis maletas.
Salimos de la oficina y debo decir que tenía el estómago apretado, esta sería la única forma de que me hicieran volver a Nueva York, pues si por mí lo fuera no regresaría nunca más...
Luego de separarme de Aitana y tomar mi auto para ir a mi casa, me debatía en como le explicaría a los chicos que debía viajar para estar con Alma. Por suerte las vacaciones estaban comenzando y mi pequeño diablillo iba al jardín de infantes, eso no sería problema. Mi gran problema era otro ¿Cómo afrontaría a toda la familia Scott? Alma me dijo que ellos estarán felices con mi pequeño, pero y ¿Thomas?
«basta Dana, afrontarlo es lo mejor y ese demonio de tres patas que se las banque, dile todo en su cara y zas listo, si él quiere ser parte de la vida de tu hijo será con tus condiciones » eso conciencia, tienes toda la razón...Estacioné mi auto y saqué mi maletín, entré en la casa y me recibieron mis pequeños.
-Mamiiiii
-Ninaaaa
-Hola mis tesoros-los abracé y les dí un sonoro beso en sus mejillas, Antonio me miró con cara de duda, debe ser porque es muy temprano, pero había muchas cosas por hacer.
-Dichosos los ojos que te ven preciosa.
-Hola Antonio ¿Newtt?
-En su escritorio, está revisando algunos presupuestos.
-Ya no... - salió mi chico multicolor vestido en ropa deportiva y con el cabello revuelto, sabía que odiaba la contabilidad de la oficina, pero hacía el esfuerzo-¿A qué hora se van?
-¿Qué?- pregunta Antonio.
-Alma está hospitalizada, ya me llamó Jex y me imaginé que esta vez irías corriendo tras tu amiga.
-¡Mierda! Déjame ir a armar la maleta de Tommy.-dice Antonio, dejando de lado lo que estaba haciendo y caí en cuenta, ni ellos pensaron en que mi hijo se quedara acá, ya tenían más claro que yo que ambos deberíamos viajar.
-Gracias...
-¿Estás bien?
-Obvio que no, pero Alma tiene razón y aunque no sea la mejor forma, esta es la oportunidad para que Tommy conozca a su familia y mi amiga me necesita.
-Está bien, pero a la primera de cambios con ese insulso te tomas el primer vuelo de vuelta.
-Lo prometo.
-Mami ¿ dónde vamos?
-Vamos a Nueva York, cariño a ver a tu tía Alma.
-Yeyyy, por fin volveré a mi preciosa Sophie.-salió corriendo hacía su habitación y nos dejó a los adultos con cara de locos, sí ese era mi hijo, un total torbellino.
-Creo que le salió competencia a Di Rossi-se ríe de él Newtt y yo niego.
-Ay dios, no digas estupideces, Newtt...
Una vez que terminé de hacer mi maleta, salí de mi habitación. Me costó un mundo hacerla, antes habría puesto dos o tres tenidas simples, ropa interior y algún par de tenis, pero sentía que esta vez sería por unos buenos días mi estadía allá. Caminé con mi maleta por el pasillo y los chicos esperaban en la sala. No me pude negar a que nos llevaran al aeropuerto.
Salimos de casa y por enésima vez suspiré. Antonio me dio unos golpecitos en el hombro y los nenes ya estaban instalados en sus sillitas.
El viaje se hizo extremadamente corto, pero ahí estaba yo, llorando como una tonta por dejar a mis amigos y su pequeña, mientras mi hijo consolaba a su primamana como le decía.
Entramos en el área vip del aeropuerto y ya Aitana con su familia estaba lista, nos despedimos de todos y subimos en el avión.
Adiós paz y tranquilidad de Zaragoza... que venga el desmadre en Nueva York.
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