-Dana-
Y ahora ¿qué estaba pasando en este mundo loco? pues nada más y nada que era la nueva señora Scott...
-¿Vamos señora Scott?
-No me digas así que todavía no me la creo.
-Pues créaselo mi gatita huraña, desde hoy y hasta que la muerte nos separe, no mentira porque te vendré a penar si me voy yo primero, así que desde hoy y para siempre serás la señora Scott.
-De verdad no me la creo- digo entre risitas neviosas- ¿Es que es en serio Thomas?
-Espera cuando todos los demás lo sepan.
-Tus papás lo sabían desde el principio ¿no?...
-Y López, aunque mi mamá no estaba muy de acuerdo con la idea, pero bueno, esta familia es así-Thomas se encoge de hombros y toma mi mano para besarla en el dorso-. Espera, aquí hace falta algo...
De su bolsillo saca una cajita y la abre, en ella hay dos simples alianzas, yo lo miro a los ojos y nuevamente siento que me voy a desmayar de la impresión o de amor.
-¿Cómo?
-Ya escuchaste, tengo una asistente un tanto persistente y muy inteligente.
-A