En la ciudad, todo era un caos.
Los periódicos, las redes sociales y los noticieros explotaban con la noticia.
La boda del año, el evento que todos esperaban, acabó en un desastre absoluto.
Los Coleman estaban angustiados cuando Ryan desapareció, pero al enterarse de que estaba sano y salvo, una parte de su ansiedad se disipó.
Sin embargo, cuando supieron la razón real por la que la ceremonia fue cancelada, sus emociones se mezclaron entre el alivio y la incredulidad.
Pero para Francisco, el mundo se desmoronaba. Lo que en un instante fue un futuro prometedor, con una esposa rica y una vida resuelta, ahora era cenizas.
No tenía nada.
Su trabajo estaba perdido, èl mismo renunció al creer que viviría del dinero de Arly.
Sus tarjetas de crédito, que pertenecían a Arly, habían sido canceladas.
Su estatus, su estabilidad, su orgullo… todo le fue arrebatado en un pestañeo.
La furia le quemaba las entrañas. No podía aceptarlo.
No podía permitir que Arly se saliera con la suya, y mucho menos q