POV de María
—¿Quieres divertirte un poco? —propuse con entusiasmo.
—¿Estás comportándote como una niña de cinco años? —replicó malhumorado, sin apartar la vista de la carretera. Hice un puchero en respuesta.
—Ay, parece que estás de mal humor. ¿Acaso estás con la regla? —lo molesté con una chispa traviesa en los ojos. Él simplemente ignoró mi comentario y siguió conduciendo.
En ese momento íbamos camino al cuartel para recoger unas armas. Lucian le había pedido a Frank que fuera personalmente a buscarlas y revisarlas, así que decidí acompañarlo. Pero a Frank no le hacía ninguna gracia mi presencia, diciendo que no era un lugar para una mujer. Perdón, señor, pero eso suena bastante sexista, ¿no? ¿Acaso hay un lugar designado para nosotras? ¿Quizá insinuará que solo debemos estar en la cocina?
Es broma; sé que su intención es otra. Frank es protector y se preocupa por mí. Y aquí estoy de nuevo, fantaseando como tonta, inventando escenarios que terminan conmigo llorando frente a una cop