POV DEL AUTOR
El aroma de ella aún flotaba en el aire, tenue, frágil y dolorosamente real.
Era suficiente para mantener a Jordán en movimiento, incluso cuando el dolor ardía en su cuerpo como fuego.
Sus rodillas temblaban mientras se levantaba de la tierra cubierta de ceniza. Cada músculo gritaba, pero el vínculo lo arrastraba hacia adelante como una cadena atada a su alma. Dafne estaba viva. Eso era todo lo que importaba.
La voz de Teo rompió el zumbido en sus oídos.
—Alfa, ¡detente! No puedes perseguirla en ese estado. ¡Estás sangrando!
Jordán lo ignoró, limpiándose la sangre de la boca.
—Ella está ahí afuera, Teo. La sentí. El vínculo no está roto.
Teo dio un paso adelante, con el tono cargado de temor.
—Pero algo es diferente. Esa energía... ya no es solo de ella.
La mandíbula de Jordán se tensó.
—Lo sé.
El cielo nocturno se agitaba sobre ellos, la Luna Roja sangrando entre las estrellas. Su luz caía sobre sus manos, y las vio temblar —no de miedo, sino de rabia. Ya hab