Serena miró a Erick incrédula. ¿Él estaba negándose a firmar el divorcio? ¿Él, que tantas veces le había restregado en la cara que nunca quiso estar en ese matrimonio?
—¿Cómo que no vas a firmar? ¡Solo firma y terminemos con esto! ¿No es eso lo que siempre quisiste? ¿Deshacerte de mí? Pues ahora te estoy dando tu tan soñada libertad. ¡Firma!—
Erick dio un paso más en dirección a Serena, pisando el documento en el suelo.
—Dije que no voy a firmar—
Serena sintió su sangre hervir de rabia. —¿Por qué te estás negando? ¿Estás preocupado por la deuda de tu familia? Si no les cuento a mis padres todo lo que me hiciste pasar este tiempo, ellos les darán más tiempo para pagar esa deuda, pero si les cuento, ¡será su fin! Así que solo firma y dejaré pasar toda la humillación que me hiciste vivir—
—¡No! Ya dije que no nos vamos a divorciar, no vas a salir corriendo detrás de otro hombre—
—¿Y qué si corro detrás de otro hombre? ¡Tú tienes una amante! ¡Vas a tener un hijo con ella, la presentast