REY DE OROS. CAPÍTULO 58. Alucinaciones recurrentes.
REY DE OROS. CAPÍTULO 58. Alucinaciones recurrentes.
El regreso a Chicago fue una especie de aterrizaje forzoso para Costanza y Alaric. Damian estaba ya en su internado inglés, feliz estrenando apellido y uniforme, y ellos volvían a su rutina. Alaric se sumergió de cabeza en la empresa, firmando papeles como si fueran boletos de rifa, mientras que Costanza volvió a sus entrenamientos de motociclismo con una energía que parecía sobrehumana.
Muy pronto empezó a acumular victorias. Carrera tras carrera, se subía al podio y sonreía con ese aire de niña traviesa que había ganado un premio por copiarse del examen. Los periódicos empezaban a mencionar su apodo, los fanáticos lo coreaban, todo su equipo estaba entusiasmado y hasta Frank, su jefe de equipo, se mostraba orgulloso.
Pero algo extraño comenzó a pasar. En varias competencias, justo cuando cruzaba la meta, cuando levantaba la vista hacia las gradas, creía ver a Alaric sentado muy tranquilo, con traje oscuro y gafas de sol, observánd