REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 53. Dime que me quede
REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 53. Dime que me quede
Tristan se quedó paralizado por un segundo. Su mandíbula se tensó y un escalofrío recorrió su espalda.
—¿Cómo? ¿A dónde se va Cally? —preguntó, y su voz era una mezcla de incredulidad y miedo, mientras fruncía el ceño y sus dedos se quedaban suspendidos contra la puerta sin llegar a golpearla.
—El señor Davenport me indicó reservar un vuelo privado hacia Japón —respondió ella, con rapidez, con las manos cruzadas frente al pecho como si quisiera protegerse de la reacción de Tristan—. Todo está coordinado: hangar, seguridad, documentación…
—¿Se va sola?
—No, el señor Kobayashi se va con ella —respondió la mujer y entonces la incredulidad se transformó en impulso.
Tristan no podía quedarse quieto. No podía dejar que Cally se fuera sin hablar con ella. La adrenalina lo recorrió de pies a cabeza mientras golpeaba el escritorio de la mujer con las manos.
—Hangar, avión, número de vuelo. ¡Mándalo todo a mi celular! ¡Ya!
—¡Sí, señor! —exclamó