CAPÍTULO 84. Teatro y respuestas
CAPÍTULO 84. Teatro y respuestas
Ulises se lanzó hacia las escaleras, maldiciendo con cada escalón que subía. Sus pasos resonaban como martillazos en la escalera de emergencia. Tenía la cara desencajada, sudor resbalándole por la frente y una furia apenas contenida en los labios.
¿Cómo era que Raven había salido del departamento? ¡¿Cómo?!
Llegó a su piso, y al abrir la puerta encontró a su madre tirada en el suelo, inconsciente. A su lado los restos de la lámpara rota daban fe de lo que había pasado.
—¡Mamá! —gritó, corriendo hacia ella y la sacudió con brusquedad, pero no reaccionó.
La furia lo consumió. Golpeó la pared con el puño y miró en torno, desesperado. No podía dejar que Raven se escapara… no podía permitirlo. Volvió corriendo los cinco metros que lo separaban del ascensor y notó que algo en el indicador de los pisos: La luz estaba fija en la azotea.
—¡Maldición! —rugió, volviendo a las escaleras y subió como un caballo desbocado, salvando los últimos tramos con el corazón e