CAPÍTULO 7. Reclamos y lecciones
CAPÍTULO 7. Reclamos y lecciones
Los ojos de Ulises la escaneaban como si estuviera buscando una excusa para explotarle encima.
—¿Cómo te atreves a hablar así? —escupió con la voz cargada de veneno—. ¿"Una bestia"? ¡¿Desde cuándo hablas como si fueras una puta?!
Raven sintió un vuelco incómodo en el estómago, no por la palabra en sí, sino por la intensidad de la frustración que vio en su rostro. ¿Cómo era posible que alguna vez hubiese estado enamorada de él? Pero no podía permitirse caer en provocaciones que pudieran delatarla.
Frunció ligeramente el ceño, como si no entendiera del todo, y se cruzó de brazos con fingida inocencia.
—¿Y eso qué tiene de malo? —preguntó encogiéndose de hombros—. ¿No soy su prometida? Si voy a casarme con Rowan, ¿qué tiene de raro que lo desee? ¿No estoy enamorada de él? Que yo no me acuerde de nada no significa que no me haya acostado con él antes ¿verdad? —Y miró a Zulma con un gesto sugerente—. Supongo que ahora tendré el placer doble de… redescubrirl