CAPÍTULO 55. Depredadores y presas
CAPÍTULO 55. Depredadores y presas
El teléfono no había dejado de sonar en toda la mañana. El tráfico hacia el centro era un caos, pero a Rowan y a Raven no les importó. Se subieron al auto sin desayunar siquiera, con el corazón acelerado y la cabeza llena de preguntas sin respuesta. La ciudad parecía más gris de lo habitual, y por primera vez en semanas, el silencio entre ellos no era cómodo.
Raven miraba por la ventana, inquieta. Tenía el estómago revuelto. Había sentido el golpe desde que vio las noticias, pero ver a Rowan tenso, serio, mudo… eso la preocupaba más.
—¿Estás bien? —preguntó finalmente, sin dejar de mirar al frente.
Rowan no respondió de inmediato. Mantenía ambas manos cerradas en puños sobre los reposabrazos de su silla, con los nudillos ligeramente blancos.
—Sí. Solo estoy pensando en cómo los voy a destruir a todos —respondió al fin, con voz tranquila, pero helada.
No era que no se estuviera preparando para algo como aquello, después de todo había tenido dos años d