CAPÍTULO 52. Secretos y motivos
CAPÍTULO 52. Secretos y motivos
La cena transcurrió en la cocina, lejos de la pomposidad del comedor principal, como si todos los presentes hubieran decidido, de forma tácita, que después del espectáculo de la noche, lo que necesitaban era un poco de normalidad. Algo cálido. Algo real. Había platos sencillos, vino de sobra y muchas bromas, como si el aire tenso del drama familiar se hubiera evaporado.
Cedric no dejó de contar anécdotas absurdas, Tristán imitó a Rosela llorando por sus “joyas de porquería” y Alaric, entre risas, propuso crear un reality show con el nombre La Harrelsonada. A Rowan se le escapaban sonrisas discretas, pero constantes. Y Raven... bueno, Raven se veía cómoda. Cómoda y segura. Sentada junto a él, con el mentón en alto y los ojos brillantes, era imposible no notarlo: ella estaba exactamente donde quería estar.
Sin embargo la cocina era un lugar demasiado público a pesar de todo, y por supuesto que no faltaron todavía más bromas mientras Raven le daba de comer