TRAGEDIA Y PROMESAS.
Adrián.
Comenzaba a tener miedo de seguir viviendo, no quería comprender que el final de una etapa es lo que hizo posible el avance siguiente. Quedé observando a la mujer que amaba mientras su último suspiro le abandonaba y quedaba solo la caja vacía de su cuerpo. Mis manos temblaban, toqué su rostro con tal sensación que era indescriptible, solo se podía comparar con el infierno; Estefanía había sido fuerte, yo lo intentaba ser.
—Todo estará bien, amor mío. Yo seguiré lo mejor que pueda sin ti… Reúnete con mi abuela, amor de mi vida, que ella te lleve a casa… Estefanía, mi alma se derrumbó esta noche junto a ti—manifesté mi profunda tristeza. Mi corazón moría con ella para siempre, nunca más sería el mismo. Había sido condenado a vivir sin vida por toda la eternidad y Arturo había sido condenado al mismo destino. La guerra había cesado en ese momento, todos volvieron a su lugar, pasarían siglos para volverla a ver, siglos y fuego. Me arrodillé ante su cuerpo, Arturo tuvo la misma i