REINA DEL MAR. CAPITULO 21. Una oración al tantō
REINA DEL MAR. CAPITULO 21. Una oración al tantō
Juego con el peso del cuchillo entre los dedos mientras esa historia que el abuelo kaizen me conto innumerables veces siendo un niño me viene a la cabez.
—Para los antiguos samuráis, en el arte de la espada japonesa, el dedo meñique es el que más fuerza tiene porque aprieta sobre la empuñadura. Cuando a un guerrero le cortaban el meñique, su destreza en batalla disminuía considerablemente…
Veo la cara de espanto de Finnigan y sé que empieza a entender. Todos ponen al final la misma cara.
—Quizás de ahí se originó el ritual del Yubitsume, donde una afrenta se castiga cortando secciones del meñique.
El rostro de Devon pasa del rojo al blanco. Traga saliva con torpeza y forcejea tratando de levantarse, pero no hay forma de que se libere: mis hombres lo tienen sujeto con fuerza; y alargan sus palmas frente a mí, abiertas sobre la mesa.
—¡Eso es un barbarismo! —grita con desesperación—. ¡No puedes cortarme los dedos!
¿Barbarismo dice? ¿Más bá