REINA DEL MAR. CAPITULO 20. Una hermosa tradición familiar
REINA DEL MAR. CAPITULO 20. Una hermosa tradición familiar
REN
El mundo se convierte en una espiral de molestia. Cuando el abuelo sale yo trato de incorporarme, me cambio de ropa por una limpia que me he traído y cada vez me tambaleo menos, pero apenas me arranco la venda de la frente la herida que tengo empieza a sangrar. Estoy a punto de gritarle al idiota que solo la tapó y no la cosió en su momento, pero en medio de la diatriba entra Regina.
Mis ojos se posan en ella y un segundo después les pide a todos que nos dejen solos.
—¿Viste quién fue? —me pregunta con una calma que los dos estamos aparentando solamente.
Respiro hondo. No una, sino dos veces. La sangre me corre por la frente y me arde, pero ni eso me distrae de la imagen de Ruby en el suelo, inconsciente, rota.
—No… —gruño con impotencia—. Solo sé que era un coche negro. Cristales entintados. Sin placas.
Me mira como si entendiera que no fue un accidente. Esto fue alguien que vino a dejar un mensaje. O a cerrar una cuenta.